(Villancico)
Alegre cantaba Lara
subida a lomos del monte
y el Niño Jesús buscaba
la dulce voz de colores.
Lara alegre cantaba
al pie de la aurora bella
y el Niño Jesús pensaba:
Alegre cantaba Lara,
Tengo, desde hace tiempo, la mente ocupada por un sentimiento amable.
Por un sentimiento tierno, casi acariciador,
que me regala la imagen de mi padre, que tantas veces creo perdida.
Mina, padre; mina, madre; mina, hermano del alma.
¡Cuánta mina vivió en mi casa!
Ycíar
Como una flor graciosa
Soneto
Como una flor graciosa, la sonrisa
perfuma el corazón que vuela abierto,
coqueta en él se posa y hasta el viento
balancea el olor de su caricia.
Y es que el gesto sonriente de la risa,
en este río de bregares y de intentos,
es una mano franca, un comprendo,
un regalo de Reyes; es la vida.
Buscando por caminos la sonrisa
hallo el gesto entrañable, el que comprende,
la faz serena que no crece entre las prisas.
Es la noche al dormir quien me da pistas
al mostrarme tu rostro, casi siempre
en tu casa y a tu lado hallo sonrisas.
Tu recuerdo
Tu recuerdo cariñoso y sonriente
se ha asentado hace tiempo en mi mirada.
¡Qué silvestres van brotando mis palabras
cuando escribo!, no es mi mano la eficiente.
Mas... si al mirarme en el espejo a verme viene
tu recuerdo, cuando aún no fue atrapado por el alma,
bulle el aire barnizada de añoranzas,
de preguntas sin respuestas suficientes.
Yo no quiero un recuerdo solamente.
Quiero ecos de ilusión, flor y poemas;
luz azul, brillo y color, -que estés enfrente.
Y si viajo entre olores de añoranza
oprimiendo mi garganta, quiero verte
paseando tus palabras por mi alma.
Ycíar
Asturias