Hablas en este bonito poema del árbol que me da sombra. Al acebo en algunos países se le atribuyen propiedades mágicas, de ahí su tradición y simbolismo. De hecho, para los celtas, el acebo era un arbusto sagrado que utilizaban en el solsticio de invierno (Navidad actual) para atraer suerte y prosperidad, como la que yo te deseo. Juan Cuadrado
Hola. Me llamo Mariol me gusta mucho la poesía. Son preciosas todas las que leí. Todavía me quedan muchas, porque las leo despacio. Este árbol con tanto colorido es mi árbol preferido. Yo también soy asturiana, aunque vivo lejos. Un saludo Mariol
El árbol que me da sombra, como la autora llama a este hermoso ejemplar que le sirve encabezamiento al no menos hermoso poema, es un acebo. Se trata de una especie protegida. Sus bonitos frutos rojos y sus hojas espinosas de verde oscuro intenso le convirtieron en un adorno perfecto para decorar las casas durante la Navidad, tradición que ha terminado por mermar la presencia de este arbusto en gran parte de su hábitat natural. En la Península Ibérica, lo encontramos en la mitad norte como Asturias, desde donde, seguramente nos viene esta preciosa fotografía. Un saludo Luis
Hola, me llamo Ycíar y disfruto escribiendo sobre esta hermosa tierra asturiana que tanta belleza nos regala, si nos detenemos un poco a contemplarla.
Vosotros tenéis cabida en este blog, si como yo habéis descubierto el dulce mirar de Asturias, desde sus montes, desde sus playas, desde sus pueblos olvidados en el regazo del cielo.
Espero que lo disfrutéis.
Un cordial saludo.
Ycíar
Hablas en este bonito poema del árbol que me da sombra. Al acebo en algunos países se le atribuyen propiedades mágicas, de ahí su tradición y simbolismo. De hecho, para los celtas, el acebo era un arbusto sagrado que utilizaban en el solsticio de invierno (Navidad actual) para atraer suerte y prosperidad, como la que yo te deseo.
ResponderEliminarJuan Cuadrado
Hola. Me llamo Mariol me gusta mucho la poesía. Son preciosas todas las que leí. Todavía me quedan muchas, porque las leo despacio. Este árbol con tanto colorido es mi árbol preferido. Yo también soy asturiana, aunque vivo lejos.
ResponderEliminarUn saludo
Mariol
El árbol que me da sombra, como la autora llama a este hermoso ejemplar que le sirve encabezamiento al no menos hermoso poema, es un acebo. Se trata de una especie protegida. Sus bonitos frutos rojos y sus hojas espinosas de verde oscuro intenso le convirtieron en un adorno perfecto para decorar las casas durante la Navidad, tradición que ha terminado por mermar la presencia de este arbusto en gran parte de su hábitat natural. En la Península Ibérica, lo encontramos en la mitad norte como Asturias, desde donde, seguramente nos viene esta preciosa fotografía.
ResponderEliminarUn saludo
Luis