Camino del lago Ausente
"Postres para el alma"
Pensando en estos días
me pregunto:
¿Corrí?
¿Volé?
¿Acaso procuré que mi barco navegara?
No, no, no... Estuve en casa.
Cogí un poco de sol,
sin ir muy lejos.
-El sol vive en tu casa.
Lo hallé en todo rincón,
en toda esquina.
-En cualquier parte se encontraba tu mirada.
En las noches.
¡Y qué afecto creció en mí hacia las noches!
-Sus caricias las volvían madrugadas-
y en este invierno
-El que dicen que no canta-
que no conoce los nidos,
que no cimbrea las ramas,
que no sabe de gorjeos.
Ese, ese no es el que yo vi en tu casa.
Sino el lleno de anhelos,
el bañado de esperanzas,
el cubierto de candores,
el de postres para el alma.
Ycíar
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