Como una flor graciosa
Soneto
Como una flor graciosa, la sonrisa
perfuma el corazón que vuela abierto,
coqueta en él se posa y hasta el viento
balancea el olor de su caricia.
Y es que el gesto sonriente de la risa,
en este río de bregares y de intentos,
es una mano franca, un comprendo,
un regalo de Reyes; es la vida.
Buscando por caminos la sonrisa
hallo el gesto entrañable, el que comprende,
la faz serena que no crece entre las prisas.
Es la noche al dormir quien me da pistas
al mostrarme tu rostro, casi siempre
en tu casa y a tu lado hallo sonrisas.