Ycíar, hace tiempo que tus poemas están llenos de tristeza, no por ello, son menos bellos. Tú no pudiste ser un débil arbusto, sin duda que fuiste una hermosa haya que servía de refugio a las golondrinas alegres, que dio leña para calentar miles de hogares, que sembró hojas para mullir los pies de los caminantes. No, Ycíar, no fuiste un arbusto. Irradias mucha fortaleza, mucha esperanza, mucha belleza a tu alrededor. Un abrazo
Hola, me llamo Ycíar y disfruto escribiendo sobre esta hermosa tierra asturiana que tanta belleza nos regala, si nos detenemos un poco a contemplarla.
Vosotros tenéis cabida en este blog, si como yo habéis descubierto el dulce mirar de Asturias, desde sus montes, desde sus playas, desde sus pueblos olvidados en el regazo del cielo.
Espero que lo disfrutéis.
Un cordial saludo.
Ycíar
Ycíar, hace tiempo que tus poemas están llenos de tristeza, no por ello, son menos bellos.
ResponderEliminarTú no pudiste ser un débil arbusto, sin duda que fuiste una hermosa haya que servía de refugio a las golondrinas alegres, que dio leña para calentar miles de hogares, que sembró hojas para mullir los pies de los caminantes. No, Ycíar, no fuiste un arbusto. Irradias mucha fortaleza, mucha esperanza, mucha belleza a tu alrededor.
Un abrazo
Luis Asturias
Ycíar, irradias mucha fortaleza, pero cuán debíl a mí me dejas. Fernando Martín
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